Aunque los clásicos de la medicina china ya citaban algunos posibles tratamientos para mitigar los efectos del envejecimiento —como la fitoterapia o el uso de cremas vegetales—, no sería hasta los años setenta del siglo pasado cuando este tipo de tratamiento empezó a tomar cuerpo. Los primeros pasos se dieron en el Hospital de Medicina Tradicional China de Pekín, cuando un grupo de doctores desarrolló un tratamiento experimental consistente en aplicar agujas en un lado de la cara a personas afectadas por parálisis facial. El éxito del método fue casi inmediato, pues al cabo de varias sesiones, el lado tratado con acupuntura mostraba un mejor tono muscular, una mejor irrigación sanguínea y, en general, un aspecto más saludable que el lado no tratado.

A raíz de esos resultados, se empezó a investigar el uso de la acupuntura con fines estéticos. Pronto, el Gobierno chino organizó un curso oficial de acupuntura cosmética, al que asistieron varios alumnos extranjeros. Fue así como la incipiente disciplina comenzó su expansión por Occidente. Al desembarcar en los EE. UU., varios acupuntores añadieron nuevos puntos de punción y nuevas técnicas, lo que acabó por dar su forma definitiva a la técnica conocida como lifting facial con acupuntura.

La eficacia del lifting facial con acupuntura ha sido demostrada por diversos estudios y artículos científicos. No obstante, en Fisioetxea, fieles a nuestro enfoque holístico, recomendamos complementar el tratamiento con un estilo de vida saludable. Y es que, como señala la Dra. Radha Thambirajah, una de las pioneras en el campo de la acupuntura fuera de China, la acupuntura cosmética tiene que ver más con la salud que con la belleza, pues concibe esta como una consecuencia de aquella. Por tanto, el mejor y más eficaz camino para la armonía exterior pasa por conseguir un estado mental sano y sereno, por alimentarse de forma equilibrada y por el cuidado de nuestro estado físico.